La tasa de incremento de temperatura en la tierra ha ido ascendiendo durante los últimos 50 años, lo cual ha impactado negativamente en la producción agrícola.
Las altas temperaturas dificultan la entrada a dormancia por parte de los frutales caducos afectando también la acumulación de reservas para la siguiente temporada. Esto tiene además un efecto negativo durante el proceso de acumulación de frío que ocurre durante la dormancia, lo que merma la productividad de los huertos (figura 1).
Por otra parte, las temperaturas moderadamente bajas durante el otoño promueven el establecimiento de la dormancia y la aclimatación al frío, preparando a la planta para la llegada del invierno con temperaturas menores a 0°C, proceso que va a acompañado del cese de la fotosíntesis y el crecimiento, la senescencia de las hojas y la aclimatación de los tejidos al frío. Los azúcares juegan un papel central en cada uno de estos procesos y también están directamente involucrados en la latencia de las yemas.
Se ha demostrado que el aumento significativo en los azúcares solubles está asociado con el mantenimiento de las yemas en latencia. Además, el aumento de las concentraciones de azúcares solubles durante el invierno se ha asociado con la tolerancia a las heladas, propiciada por una reducción del contenido de agua libre a nivel celular.
Comportamiento de sacarosa, fructosa y glucosa en el proceso de dormancia y brotación de árbol caduco. (Richardson et al. 2010)
Durante la temporada de crecimiento, el árbol produce azúcares que se transportan a través del floema desde la fuente (hojas) hasta el sumidero (frutos, nuevas unidades de crecimiento, órganos de almacenamiento). A finales de otoño, la síntesis de hidratos de carbono decae progresivamente hasta la caída de las hojas. Durante este período, el nitrógeno se moviliza de las hojas hacia los órganos de almacenamiento. Las principales estructuras de almacenamiento son las raíces y los tallos, que alcanzan un nivel máximo de reservas antes de la caída de las hojas. En las yemas, que presentan la máxima acumulación de almidón después del otoño, los carbohidratos no estructurales actúan como moléculas de reserva y pueden sustentar el crecimiento futuro.
Efecto de la falta de Carbohidratos:
La abscisión floral fisiológica se ha atribuido a la escasez de carbohidratos en especies de árboles frutales de hoja caduca. Los botones florales brotan antes que los brotes vegetativos, por lo que el crecimiento de las flores desde la brotación hasta la fructificación temprana depende de la acumulación de reservas de la temporada anterior.
Esto se ha relacionado con la calidad de la flor y el crecimiento y retención inicial de los ovarios. Por lo tanto, el almidón acumulado durante el desarrollo del ovario es crucial para el cuajado del fruto, manteniendo un nivel adecuado de glucosa que libere temporalmente al ovario de la competencia con las hojas jóvenes hasta que sean fotosintéticamente activas, por lo que una óptima acumulación de carbohidratos en otoño es crucial para la siguiente brotación.
Estrategia para apoyar entrada a dormancia:
El cambio climático está generando un desorden fisiológico en los frutales caducos, al dificultar la entrada a dormancia por las altas temperaturas en otoño, que entorpecen la acumulación de reservas por mantener activas a las plantas un mayor período de tiempo. En ese sentido, la utilización de productos foliares ayuda a mejorar estos procesos afectados. Por ejemplo, el Molibdeno (Mo) es utilizado por enzimas que llevan a cabo importantes reacciones redox, por lo que la pérdida de actividad enzimática dependiente de Mo impacta sobre el desarrollo de la planta, en particular, aquellos procesos que involucran el metabolismo del nitrógeno y la síntesis de las fitohormonas ácido abscísico y ácido indol-3 butírico.
ABA juega un papel importante en la estimulación de la dormancia, por lo que las aplicaciones de molibdeno beneficiarían la producción de esta hormona junto con permitir una mejor utilización y movilización del nitrógeno. Por tanto, la fertilización con molibdeno mediante aspersiones foliares puede suplir eficazmente las deficiencias internas de molibdeno y rescatar la actividad de las molibdoenzimas. Por otra parte, las aplicaciones de boro también traerían beneficios para una óptima acumulación de carbohidratos, ya que mejora el transporte de azúcares para reserva en la planta. El boro también permite lignificar tejidos, clave en la resistencia a bajas temperaturas, que se ha visto afectado por la deficiencia de frío en el otoño, lo que ha ocasionado daño por helada en estructuras reproductivas y micro lesiones que sirven de entrada a patógenos hacia el árbol frutal.
NITRATE BALANCER PLUS ha sido desarrollado especialmente para inducir de forma natural la dormancia en frutales de hoja caduca, sin generar intoxicación o estrés que podrían disminuir la calidad de la brotación y el rendimiento de la siguiente temporada. Este producto permite regular el crecimiento vegetativo y mejorar la acumulación de reservas de la planta previo al receso invernal. Promueve la movilización y acumulación de azúcares y nutrientes a los órganos de reserva como raíces, yemas y brotes, generando una señal fisiológica a la planta para que comience su proceso de latencia.
Por: Marcelo Illanes